Panamá se sumó al centenar de países que adoptaron la Agenda 2030. Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), contienen la visión más desafiante, holística, incluyente, ambiciosa, interdisciplinaria y universal, hasta ahora acordada; son un llamado universal a la adopción de medidas para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad.
El concepto de pobreza está directamente asociado con el de crecimiento económico y la forma como se distribuye su producto entre los seres humanos, un concepto alineado con la narrativa política de prosperidad compartida, utilizada actualmente por el Banco Mundial, líder en materia de investigación y financiamiento de programas para pobreza.
El estudio de la pobreza es intrínsicamente complejo, con características y dinámicas diferenciadas por factores naturales como la geografía o el clima, o humanas como la cohesión social, organización institucional, historia colonial, tecnología, entre muchas más. Por ello, conocer este fenómeno requiere más que contar el número de personas que lo padecen, con un perfil multidimensional que amplifique el portafolio de políticas o intervenciones para su control.
En Panamá, la participación ciudadana es fundamental para erradicar la pobreza en todas sus formas, reducir las brechas de desigualdad y “no dejar a nadie atrás”. En ese sentido los índices de pobreza multidimensional permiten a los territorios contar con estadísticas cercanas a su realidad.
Hemos avanzado como país en la erradicación de la pobreza, pero aún nos queda atender la pobreza más estructural, en donde sus manifestaciones son generacionales y sus características presentan mayor intensidad y severidad. ¿Por qué medir pobreza?
¿Por qué medir pobreza?
Al medir la pobreza, aprendemos qué estrategias funcionan y cuáles no para reducir la pobreza. Por ejemplo, las mediciones basadas en ingreso permiten evaluar el impacto de las ayudas sociales que brinda el Estado por medio de transferencias monetarias directas que realizan el Ministerio de Desarrollo Social, IFARHU, entre otros.
La medición también permite conocer las diferencias territoriales del país. Así, conocemos que las comarcas indígenas tienen incidencia de pobreza múltiples veces mayores que en el resto de las provincias.
Con estos indicadores también podemos evaluar la dinámica de la pobreza en el tiempo, especialmente luego de eventos como la pandemia del COVID-19. Por ejemplo, varios estudios sugieren que la reciente pandemia, y las políticas de control sanitario implementadas, impulsaron la urbanización de la pobreza y brechas de inequidad.
¿Qué es la Pobreza Multidimensional?
El concepto de pobreza multidimensional toma en consideración las múltiples privaciones y carencias que experimentan simultáneamente los individuos y hogares en múltiples dimensiones del bienestar, distintas al ingreso, tales como salud, educación, trabajo, medio ambiente, nivel de vida entre otros. El Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) representa una forma de medir estas carencias y privaciones de las personas, aportando una visión integradora de la situación y revelando el nivel de pobreza multidimensional de un país. Por ejemplo, una persona puede estar en condiciones de pobreza multidimensional por no tener atención médica, servicios de saneamiento mejorado y falta de agua potable, mientras que otra puede estarlo por experimentar carencias de electricidad, precariedad de la vivienda, desempleo y baja escolaridad.
Diversidad de estudios sobre pobreza multidimensional
Desde la década de los setenta, el Gobierno Nacional de Panamá lideró el estudio de la pobreza en el país, con base en instrumentos como los censos de población y vivienda, las encuestas de hogares, entre otras, para generar mapas e índices a escala nacional, distrital y por corregimiento.
Las principales metodologías utilizadas, ejemplifican el interés por estudiar el fenómeno de la pobreza en sus múltiples dimensiones y su efecto específico en diferentes grupos de población. Entre ellas tenemos:
- Índice de Necesidades Básicas Insatisfechas: Cuantifica ciertas carencias o condiciones básicas del conjunto de bienes y servicios de los que no disponen los hogares, pero que necesitan para vivir: Calidad de la vivienda y servicios básicos sanitarios, educación básica, capacidad económica y salud.
- Línea de pobreza: Focalizado en el ingreso o gasto de consumo como medida del bienestar. Compara el valor per cápita del ingreso o del gasto en el hogar con el valor de una canasta mínima, denominada línea de pobreza.
- Índice de Desarrollo Humano: liderado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, a escala internacional. Utilizado para clasificar a los países según su nivel de desarrollo, atendiendo a variables como la esperanza de vida, la educación o el ingreso per cápita.
- Índice de Pobreza Multidimensional: Busca identificar las carencias simultáneas, en más de una dimensión del bienestar como salud, educación, vivienda, empleo, discriminación y seguridad personal, entre otras. Además, combina mediciones de incidencia de la pobreza multidimensional, como tasa sobre la población en riesgo, e intensidad de la pobreza, como proporción de carencias que se sufren de manera simultánea.